RUTINAS MAÑANERAS: EL RETO DE SALIR DE CASA SIN ESTRÉS.

Hoy retomo mi blog tras un largo parón para dedicarme para coger fuerzas para este curso. Habéis sido muchas personas las que me habéis mandado mensajes para preguntarme cómo estaba y cuándo iba a retomar mi actividad. Os agradezco mucho vuestra atención y vuestros mensajes.

Estos días me han llegado varios mensajes de mamis sobre todo, agobiadas con las rutinas de la vuelta al cole y al trabajo. Me preguntaban qué hacer para que fueran menos estresantes y para evitar perder los nervios y salir de casa enfadados gritando o llorando… creo que la gran mayoría hemos pasado por situaciones así y nos reconocemos en la escena sin mucho esfuerzo.

Os cuento hoy cómo organizamos en casa las mañanas y cómo vamos solventando las dificultades que aparecen buscando soluciones creativas y no hirientes y que sirvan para aprender habilidades y valores útiles para la vida.

Los peques no tienen un concepto del tiempo abstracto como nosotros los adultos que somos capaces de orientarnos mirando las agujas del reloj o la hoja del calendario. Ellos se ubican en el día y en la hora por las actividades y los momentos. Poder anticipar qué van a hacer despues genera mucha mucha tranquilidad en sus cerebros.

Nuestra organización en casa se basa en los principios de  dos de las pedagogías alternativas más famosas(Waldorf y Montessori), la disciplina positiva y los aportes de la neurosicoeducación. Hablaré de ritmos y rutinas indistintamente aunque en cada una de las pedagogías se usa un término específico. La pedagogía Waldorf habla de ritmos y rituales mientras que Montessori nombra las  rutinas de la vida cotidiana donde los peques fomentan su autonomía.

Para mí hablar de rutinas no es lo mismo que hablar de horarios o de rigidez sino de estructura y orden en el día a día. Tener rutinas nos ayuda a varias cosas:

-A tener estructura y poder anticipar, lo cual hace sentirnos seguros sobre todo a los menores de 6 años cuyo desarrollo cerebral les lleva a vivir el momento presente.

-A fomentar la autonomía y la resonsabilidad personal ya que evita que haya una persona diciendo lo que tiene que hacer y cuándo hacerlo y es el individuo quien elige el momento y participa en la decisión.

-A generar pertencencia ya que se elaboran conjuntamente y se van modificando con el paso del tiempo o cuando vemos que las necesidades han variado

-A sentirnos importantes ya que cuentan con nosotros en la elaboración del proceso

-Aportan serenidad y orden.

-Fomentan la toma de decisiones y la responsabilidad personal en su cumplimiento, no hago las cosas porque me las dicen mis padres sino porque yo las he decidido y soy consecuente.

-Preparan para la vida,nos enseñan el ritmo de todos los ciclos: tienen un comienzo, un desarrollo y un fin.

-Enseñan constancia y conciencia con el momento, nos muestran que hay lugar y momento para cada cosa así como flexibilidad .

En la pedagogía Waldorf  se  habla del ritmo: diario, semanal, mensual y anual.  La idea es que tenemos que vivir de la manera en que respiramos manteniendo un equilibrio entre la exhalación y la inhalación, inspiración y expiración, que llevado a la práctica serían momentos de expansión y momentos de recogimiento personal.

El momento de expansión  es un momento para explorar, jugar en el exterior, moverse, conocer el entorno, construir, jugar con iguales en definitiva todo lo que sea salir de dentro hacia fuera. El momento de inspiración o recogimiento es un momento para estar con uno mismo, concentrado, en silencio realizando actividades como: leer, cantar rimas, cuentos, coser, modelar,pintar… aquí buscamos estar con nosotros mismos o con nuestro referente adulto.

Es importante que haya un equilibrio entre ambos momentos así como dar presencia en el momento de recogimiento porque si la necesidad de presencia no se cubre será difícil que el peque pase al momento de expansión sin reclamar atención del adulto.

Por lo tanto, nuestra primera misión para encontrar la calma por las mañanas es buscar ese equilibrio e identificar momentos de expansión y recogimiento para dar respuesta a sus necesidades. Yo hice una pequeña tabla de observación para identificar los estados en los momentos de la mañana. Tras varios días esta fue la conclusión de las necesidades de los peques:

-DESPERTAR: recogimiento.

-LEVANTARSE: expansión

-DESAYUNO: recogimiento

-VESTIRSE : expansión

-LAVARSE DIENTES: expansión

-CALZARSE: recogimiento

-SALIR AL COCHE: expansión

-VIAJE EN EL COCHE: recogimiento,

En la pedagogía Montessori es importante el fomento de la autonomía, dotar al niño de espacios y materiales donde pueda practicar actividades de la vida cotidiana que favorezcan su independencia. En nuestro caso por las mañanas el desayuno lo preparan ellos. Excepto coger las tazas que están altas y lo que hago es bajarlas a un mueble donde ellos llegan para que las lleven a la mesa. Ellos se sirven la leche (Ahora ya directamente del brick porque ya controlan muy bien los trasvases y no hace falta jarrita) se hacen el zumo si lo hay, cogen los alimentos, tuestan el pan, se echan aceite, tomate o mermelada…Vestirse y elegir su ropa también son tareas suyas así como recoger y meter las tazas en el lavavagillas cuando acaban.

La neurosicoeducación (es la formación que me encuentro cursando actualmente)  tiene como objetivo poner en lenguaje claro, accesible y sencillo los conocimientos científicos (sobre todo a nivel  cerebral) de diversas disciplinas (neurociencia, biología evolutiva, medicina preventiva, sociología…) para comprender el comportamiento humano y mejorar la calidad de vida de las personas.

Siguiendo sus teorías nuestro cerebro tiene como principal función garantizar la supervivencia del individuo. Para ello pone en marcha diversos mecanismos, muchos de ellos inconscientes y automáticos que provienen del llamado «cerebro emocional» que es la parte que se encuentra más desarrollada en la primera infancia, aquí nos encontramos con la amígdala.  La amídgala  es como una almendrita que tenemos situada en el cerebro, concretamente en el  lóbulo temporal. Se encarga  de funciones básicas como la regulación del latido cardíaco y además forma parte, junto con otras áreas, del circuito de  las emociones. Podríamos decir, abreviando mucho, que la amígdala es la responsable de que respondamos de manera rápida ante un estímulo, es decir, evalúa en milésimas de segundo la situación y nos hace reaccionar instintivamente sin que entre el razonamiento ni la consciencia. Es la que nos hace parar cuando oímos un claxon antes de cruzar la calle o la que nos hace agarrar a nuestro hijo justo antes de que caiga al suelo o correr cuando vemos  una serpiente aunque nunca nos halla picado una. La amígdala almacena recuerdos de situaciones para que no tengamos que revivirlas de nuevo. Muchos de esos recuerdos se graban en nuestra memoria de manera subjetiva, dependiendo de la interpretación que hagamos de la situación. La amígdala guardará esa imagen y la emoción asociada a ella. Eso explica por qué en ocasiones podemos desarrollar miedos o fobias que no podemos explicar racionalmente, como cuando tememos a los perros y nunca nos ha mordido uno por ejemplo. Tal vez un día nos asustamos escuchando un ladrido, o vimos una escena que nos asustó y nuestra amígdala grabó la imagen de perro asociada a la emoción de miedo. Y desde ese momento en milésimas de segundo la amígdala nos hace reaccionar ante estímulo.

Si la amígdala puede anticipar situaciones y tiene respuestas automáticas ya almacenadas en su repertorio descansará y esto dará lugar a estados emocionales tranquilos, personas que pueden centrarse en otras actividades, en explorar, conocer, aprender… Si la amígdala está constantemente trabajando para poder anticipar lo que va a llegar y crear respuestas adaptadas a cada situación nueva, tenemos como resultado niños en alerta constante, en continua actividad y con la necesidad de estar constantemente tomando decisiones.

Por ese motivo, se valora como muy importante en la infancia tener rutinas establecidas donde las respuestas a cada situación estén ya almacenadas y la amígdala pueda recurrir a ellas sin necesidad de estar constantemente trabajando y valorando el «peligro». de la misma manera que es interesante que cada acción tenga almacenada una emoción positiva para evitar desencadenar respuestas de lucha, paralización o huida. Por ello una idea es generar en cada actividad un recuerdo positivo, incluso de las que pueden parecer menos divertidas como (recoger, asearse…). ¡OJO! no hablo de dar premios por hacer la actividad ni de felicitar constantemente, sino de acompañarlas de momentos y recuerdos agradables, como canciones, cosquillas, rimas, juegos…etc.

En nuestro cerebro tenemos también las llamadas neuronas espejo. Se encuentran en la llamada área de Broca de nuestro cerebro. Estas neuronas tienen de particular que se activan aunque el individuo no esté realizando la acción, es decir, se activan solo con la observación de una acción en el otro.  Permiten hacer propias acciones, emociones y sensaciones de los demás. Son las encargadas de que sintamos como propia la emoción de otra persona. De esta manera todas las personas aunque sea de manera inconsciente influimos en las respuestas de los otros. Esta información es muy útil para que comprendamos que cuando nosotros los adultos tenemos un estado de ánimo determinado el cerebro de los peques está preparado para captarlo e imitarlo aunque intentemos ocultarlo.  Nosotros no nos encontramos con el mismo estado de ánimo un lunes por la mañana que un viernes. Por tanto, a ellos les llega la información de un estado de ánimo agitado, diverso pero no les llega explicación… esto provoca incertidumbre y mucha inseguridad. ¿Cómo lo solucionamos? haciéndoles conscientes del momento en que estamos y siendo honestos con la emoción que tenemos.

La disciplina positiva presenta las rutinas como una herramienta esencial para evitar la luchas de poder, fomentar responsabilidad personal y sentimiento de comunidad. Nos ofrecen las tablas o ruedas de rutinas como una opción para que sea el propio peque quien regule acciones y tiempos con el acompañamiento del adulto pero evitando que sea éste quien tenga que ordenar constantemente lo que tienen que hacer.

Nosotros tenemos una tabla de rutinas de mañana que hemos hecho entre todos con marcos de cartón decorados con papeles y donde metemos las fotos de ellos haciendo cada acción. Tienen una pinza con su nombre que van moviendo de posición cuando terminan cada actividad. Es muy útil cuando se dispersan para recordarles lo que sigue solo preguntando, me resulta mucho más eficaz que ordenar o enfadarme. Pregunto: ¿Qué es lo que viene después de desayunar en los marcos? o veo que tu pinza está en recoger, ¿qué es lo que haces después para poder salir a tiempo?

Vista la información más relevante de todos los enfoques que tenemos en cuenta en nuestra casa, os cuento cómo son nuestras mañanas y qué hago para acompañar cada momento y llevarles de una actividad a otra  a tiempo para salir de casa puntuales:

1- Intento estar lista en el momento de despertarles, así no tengo que estar pendiente de mí y me centro sólo en observar y acompañar.

Me despierto media hora antes que es el tiempo que yo necesito para mí, me sirve además de autocuidado pues mientras tomo el café veo el correo, veo los mensajes del móvil, doy los buenos días a alguna amiga…. luego el móvil lo guardo en el bolso hasta que los peques han salido.

Antes de despertarles pienso una cosa positiva del día, me ayuda a conectar con la parte optimista de mi cerebro y a afrontar el día de otra manera.

2- Les despierto con una canción, en mi caso es la de las mañanitas de San Juan cambiando algo la letra para personalizarla. Mientras canto subo la persiana y me voy acercando  a la cama poco a poco. Les hago un masajito y doy unos besos mañaneros de buenos días.

3- Pasamos a la parte de activarnos, para ello uso un juego de cosquillas, en el que «guardo» unas hormigas en mis manos cerrando los puños porque están dormidas. Al oír algún ruido las hormigas se despiertan, se abren las manos y corretean a hacer cosquillas por todas partes… hasta que hay silencio y duermen otra vez. Este juego les encanta, nos hace reirnos y pasar un gran rato pues cada día se inventan alguna estrategia para «despertar a las hormigas».

4-Vamos juntos a la cocina, bajamos las escaleras cantando también, saltamos, nos movemos…. Recordamos qué día es hoy y ponemos el «palito» en el calendario. Tenemos un calendario waldorfssori que nos hizo y regaló nuestra «tía artista mañosa» que usamos cada día y nos encanta. Sacamos la idea de un post que leímos hace tiempo en «de mi casa al mundo» y lo hemos adaptado a nuestra realidad, aquí os dejo el post http://www.demicasaalmundo.com/blog/como-ensenar-el-ritmo-anual-los-ninos/ y la foto del calendario:

-Preparamos el desayuno, cada uno coge su taza, su cuchara, sacan la leche, si alguno quiere zumo lo hacemos, tostamos el pan…. ya en la mesa nos sentamos. Normalmente me siento con ellos y hablamos de los sueños, del día…

6- Las 8:00 es nuestro límite para el desayuno, cuando la aguja llega al «12» (ocho en punto) es la señal de que hay que terminar. Cinco minutos antes aviso, me pongo en modo entrenador de equipo que quiere motivar y digo alguna frase alentadora, unas palmadas… venga que nos queda poco, lo estamos consiguiendo, vamos a buen ritmo!!

7- Recogen su desayuno en el friegaplatos, y la ropa está preparada en el mismo lugar. Nos dimos cuenta que se despistaban si salían de la cocina por lo que entre todos decidimos que era más práctico poner la ropa en una silla en la cocina y vestirse allí. Esto nos funciona muy bien pues mientras se visten juegan entre ellos y es mi momento de recoger la cocina. Si se dispersan retomo mi rol entrenadora motivadora y acompaño de nuevo al momento ropa aunque reconozco que no es habitual.

 

 

8-Toca asearse, cuando he terminado de recoger la cocina voy al baño, aquí tengo otra canción que hemos adaptado para lavarnos los dientes que sirve para marcar el final del momento verstirse. Suele ser sobre las 8:10.  La canción es una versión de la «cavar» de los enanitos de blancanieves, sería algo así:

Hi hooooooo

Hi hoooooo

Hi ho

hi ho

Los dientes a lavar

Hi ho

Hi ho

Hi ho

Hi ho

Muy limpios nos van a quedar……

La peque que tiene una vena muy artística suele improvisar y meter otras estrofas divertidas, como los «virus hay que echar»  y nos reímos mucho con los cambios de letras…

9- Tras repasar dientes tocan zapatos que ya los ponemos en la puerta para salir. Normalmente pongo un cronómetro a las 8:20 que es nuestra hora tope. Si no ha sonado el cronómetro cantamos una canción con baile, como el grito de un equipo que gana (nos sirve de motivación y para asociar momentos divertidos a nuestra amígdala». Uso la canción de «Las chicas son guerreras» pero con nuestra letra:

«Uh, Ah, lo hemos conseguido

Uh,Ah somos un gran equipo….»

El baile se lo inventaron ellos y no tiene desperdicio, es divertido y motivador. Finalizamos con un gran abrazo y grito de guerra! Salimos hacia el coche.

Si el cronómetro suena, la canción la cantamos de camino al coche sin baile porque no da tiempo y cambiando la letra pero también contentos y alegres:

«Uh, Ah, no lo hemos conseguido

Uh, Ah, mañana probaremos

Uh Ah, y lo conseguireemos»

Lo que hacemos en el coche ese día es analizar los errores que nos han hecho salir más tarde y proponer soluciones. Luego en la cena retomamos para elegir las que nos parezcan más eficaces y probar el día siguiente.

10- El camino a la escuelita solemos cantar o contar alguna historia. También preparamos cómo nos vamos a despedir para ir anticipando el momento. Últimamente en el coche me piden música, eligen dos canciones que son las que nos da tiempo a escuchar hasta que llegamos. Una de ellas suele ser la canción de Vaiana que nos encanta.

Espero que os sea útil, agradeceré propuestas, comentarios y nuevas ideas.

Buena mañana y buen día!

4 comentarios en “RUTINAS MAÑANERAS: EL RETO DE SALIR DE CASA SIN ESTRÉS.

  1. Me parece de gran ayuda y utilidad toda la informacion que se aporta. Tengo dos niños pequeños y el tiempo en las mañanas por muy pronto que me levante..nunca es suficiente. Es fantastico la manera en que enfocais los objetivos a cumplir. Ellos cogen autonomia y nosotras llegamos al cole a tiempo.Espero nuevas ideas que ayuden en la educacion de mis hijos….gracias mil. Una gran labor.

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  2. Me ha gustado mucho el articulo.
    Con mi peque (de 3años) instintivamente hago las cosas en el mismo orden pero ni de lejos tenemos un comienzo de dia tan bien estructurado, ameno y alegre.
    Especialmente me ha llamado la atencion lo de las horas tope. Ahora mismo mi hija no se interesa mucho por desayunar (ni comer en general) y aveces los desayunos se hacen eternos

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